Los niños con un dieta sana alcanzan un mayor CI - Ecocosas

Anonim

Los niños alimentados con una dieta sana desde una edad temprana pueden tener un CI ligeramente mayor, mientras que los que tienen una dieta de comida basura pueden tener un coeficiente intelectual ligeramente reducido, según una nueva investigación de la Universidad de Adelaida (Australia).

El estudio llevado acabo por la Universidad de Adelaida estuvo a cargo de la doctora Lisa Smithers y se baso en la relación entre los hábitos alimentarios de un grupo de niños a los seis meses, 15 meses y dos años de edad, y luego se midió su coeficiente intelectual a los ocho años de edad.

El estudio de más de 7.000 niños se realizo mediante la comparación de una serie de hábitos alimentarios, incluidos los tradicionales y contemporáneos, comida hecha en casa, comida preparada, alimentos preparados para bebés, lactancia materna, y comida chatarra.

«La dieta aporta los nutrientes necesarios para el desarrollo de los tejidos del cerebro en los dos primeros años de vida, y el objetivo de este estudio era examinar que dieta tendría el mayor impacto en el coeficiente intelectual de los niños», dijo la doctara Smithers.

«Hemos encontrado que los niños que fueron amamantados durante seis meses y tuvieron una dieta saludable que incluyo regularmente alimentos, tales como las legumbres, queso, fruta y verduras entre los 15 y los 24 meses, tenían un coeficiente intelectual hasta dos puntos superior a la edad de ocho años.

«Los niños que tenían una dieta regular con la participación de galletas, chocolate, dulces, refrescos y patatas fritas en los dos primeros años de vida tenían un CI de hasta dos puntos menos a los ocho años de edad.

«También encontramos un cierto impacto negativo en el coeficiente intelectual de los alimentos para bebés ya preparados a partir de los seis meses, pero algunas asociaciones positivas cuando se les da a los 24 meses.»

La doctora Smithers dice que este estudio refuerza la necesidad de proporcionar a los niños alimentos saludables durante su infancia sobre todo hasta los dos años.

«A pesar de las diferencias en el CI, estas no son enormes, este estudio proporciona algunas de las pruebas más contundentes hasta la fecha de que los patrones dietéticos de seis a 24 meses tienen un efecto pequeño pero significativo en el coeficiente intelectual a los ocho años de edad»,

«Es importante que se considere el impacto que largo plazo de los alimentos que les damos a nuestros hijos», dice ella.

Los resultados de este estudio han sido publicados en el European Journal of Epidemiology.